Tras la desaparición de un vuelo procedente de Río de Janeiro que tendría que haber aterrizado en París, todos se pensaron lo peor y por desgracia la tragedia ya es una realidad. Equipos de salvamento de Francia, España y Brasil han estado sobrevolando una zona cercana a Senegal y también cerca de Brasil. Hace pocas horas se ha podido divisar los restos del avión, que por desgracia se encuentra hundido en el agua. Las familias de las víctimas todavía no se dan cuenta de la realidad de los hechos y no se lo quieren creer. La realidad es bastante triste, porque todos los cuerpos yacen en aguas internacionales.

Es una terrible tragedia que ocurrió debido a un fallo en el sistema eléctrico del avión, que lo hizo precipitarse hacia el fondo del mar. Es una desgracia donde han muerto 238 personas, todas ellas con sus propias vidas, ilusiones e historias. Parece mentira que pueda ocurrir esto en un avión, que se supone son muy seguros, pero vemos que estamos expuestos a estos riesgos cuando tomamos uno.

En este avión había brasileños, franceses, alemanes y dos españoles, aunque la desgracia es para todos por igual, porque aquí no importa la nacionalidad, sino que eran personas y personas con familias, que ahora están totalmente destrozadas por todo lo que ha ocurrido en estos días. La caja negra del avión será muy complicado que se pueda recuperar, aunque se harán todos los esfuerzos necesarios. Es una tragedia realmente triste y que afectará gravemente a la cuestión de seguridad en los aviones.